El Engaño del Royalty
Con el Plan de Reconstrucción Nacional como anzuelo, Piñera extiende regalías tributarias a mineras hasta el 2025.
Chile se perpetúa como un paraíso fiscal, mientras la megaminería privada paga los impuestos más bajos del mundo.
Como muchos saben, Chile basa su economía en la exportación de materias primas. Dentro de ellas se ubica como central, como la espina dorsal y de una importancia neurálgica, la producción minera y dentro de ella de manera particular, la gran minería del cobre.
Si bien la ilegítima Constitución de 1980 no suprimió la nacionalización del cobre establecida por Allende, manteniendo todos los yacimientos cupríferos en propiedad del Estado en forma absoluta, exclusiva, inalienable e imprescriptible, la llamada concesión plena impuesta por la dictadura permitió pasar por alto la Constitución en relación al cobre chileno y permitir que el Estado regale su riqueza. A esto se sumó el acuerdo entre la Concertación y la Alianza recién asumido Aylwin, donde se estableció que las mineras debían pagar por la ganancia efectiva y no presunta, permitiendo que estas mineras, mediante subterfugios, declarasen pérdidas quedando eximidas de pagar tributo alguno al Estado.
Es importante destacar que la figura del Royalty se aplica, entre otras cosas, por tratarse de recursos no renovables, esto quiere decir que se trata de materias primas finitas, yacimientos que se agotan, minerales que se acaban. Sin embargo, como declaró la Federación de Supervisores y Profesionales de Codelco ante la Comisión de Minería del Senado, lo que se cobra es un impuesto específico y no un royalty. Lagos hizo lo suyo al rebajar los impuestos a las mineras con un supuesto royalty que no es tal, hoy en día, Piñera y los medios de comunicación masivos están disfrazando nuevamente como Royalty, la extensión temporal – por ocho años más- de las regalías tributarias con que cuentan las mineras en el país, el que a todas luces se perfila internacionalmente como un paraíso fiscal, un oasis tributario donde descansan las más grandes trasnacionales de la minería mundial.
Sépalo bien, se pretende que las mineras en forma voluntaria aumenten el pago del royalty durante dos años, percibiendo el Estado por ese período 600 millones de dólares que declara necesitar para la reconstrucción del país. El incentivo a las mineras para esta donación voluntaria: invariabilidad tributaria hasta el 2025, lo que se traduce en más de 2 mil 500 millones de dólares anuales de ganancias extra para las mineras a partir de 2018, año en que caduca la invariabilidad tributaria establecida por Lagos.
No se deje engañar. Por estos días, cuando los noticieros y medios de comunicación nacionales le informen que se aprobó el aumento del royalty a las mineras, lo que se está haciendo es que Chile continúe siendo un paraíso fiscal, que las mineras nacionales y trasnacionales sigan depredando los recursos de todos para beneficio propio, pagando impuestos de los más bajos del mundo para la explotación minera, cuando pagan, y embolsándose miles de millones de dólares que podrían ir en directo beneficio de usted, de nosotros y todos quienes habitamos esta larga y angosta faja, perpetuando las injusticias y por supuesto, las extremas desigualdades que nos afectan. Mientras usted, nosotros y todos no hagamos algo por cambiar esta situación, esto no cambiará, y estos recursos, más temprano que tarde, se agotarán.
El Ciudadano
Noticias que importan
Chile se perpetúa como un paraíso fiscal, mientras la megaminería privada paga los impuestos más bajos del mundo.
Como muchos saben, Chile basa su economía en la exportación de materias primas. Dentro de ellas se ubica como central, como la espina dorsal y de una importancia neurálgica, la producción minera y dentro de ella de manera particular, la gran minería del cobre.
Si bien la ilegítima Constitución de 1980 no suprimió la nacionalización del cobre establecida por Allende, manteniendo todos los yacimientos cupríferos en propiedad del Estado en forma absoluta, exclusiva, inalienable e imprescriptible, la llamada concesión plena impuesta por la dictadura permitió pasar por alto la Constitución en relación al cobre chileno y permitir que el Estado regale su riqueza. A esto se sumó el acuerdo entre la Concertación y la Alianza recién asumido Aylwin, donde se estableció que las mineras debían pagar por la ganancia efectiva y no presunta, permitiendo que estas mineras, mediante subterfugios, declarasen pérdidas quedando eximidas de pagar tributo alguno al Estado.
Es importante destacar que la figura del Royalty se aplica, entre otras cosas, por tratarse de recursos no renovables, esto quiere decir que se trata de materias primas finitas, yacimientos que se agotan, minerales que se acaban. Sin embargo, como declaró la Federación de Supervisores y Profesionales de Codelco ante la Comisión de Minería del Senado, lo que se cobra es un impuesto específico y no un royalty. Lagos hizo lo suyo al rebajar los impuestos a las mineras con un supuesto royalty que no es tal, hoy en día, Piñera y los medios de comunicación masivos están disfrazando nuevamente como Royalty, la extensión temporal – por ocho años más- de las regalías tributarias con que cuentan las mineras en el país, el que a todas luces se perfila internacionalmente como un paraíso fiscal, un oasis tributario donde descansan las más grandes trasnacionales de la minería mundial.
Sépalo bien, se pretende que las mineras en forma voluntaria aumenten el pago del royalty durante dos años, percibiendo el Estado por ese período 600 millones de dólares que declara necesitar para la reconstrucción del país. El incentivo a las mineras para esta donación voluntaria: invariabilidad tributaria hasta el 2025, lo que se traduce en más de 2 mil 500 millones de dólares anuales de ganancias extra para las mineras a partir de 2018, año en que caduca la invariabilidad tributaria establecida por Lagos.
No se deje engañar. Por estos días, cuando los noticieros y medios de comunicación nacionales le informen que se aprobó el aumento del royalty a las mineras, lo que se está haciendo es que Chile continúe siendo un paraíso fiscal, que las mineras nacionales y trasnacionales sigan depredando los recursos de todos para beneficio propio, pagando impuestos de los más bajos del mundo para la explotación minera, cuando pagan, y embolsándose miles de millones de dólares que podrían ir en directo beneficio de usted, de nosotros y todos quienes habitamos esta larga y angosta faja, perpetuando las injusticias y por supuesto, las extremas desigualdades que nos afectan. Mientras usted, nosotros y todos no hagamos algo por cambiar esta situación, esto no cambiará, y estos recursos, más temprano que tarde, se agotarán.
El Ciudadano
Noticias que importan
Comentarios
Publicar un comentario